viernes, 4 de noviembre de 2011

Calderón

Había una necesidad de inventar,
las estrellas aún dormían
no eran chocolates ni tampoco flores
no lo sé
pero una melodía nos seguía todas las noches
vos sabías que en el silencio existen lagunas
y que en cada calderón se detiene el tiempo
porque fue en un de esos calderones,
que el contorno de esa melodía se desdibujó
y al abrirse una puerta y una canción
apareciste como un niño
frente a uno de mis lunares más íntimos,
tu lengua corrió desesperada
y caímos en la laguna que nos vistió de negro…
te miré mientras lucías entre reflejos y sombras
y abracé tus diferencias para que mis juicios no corrieran
entonces entendí la impunidad de tu belleza
que no hizo más que extender la profundidad de las aguas.