miércoles, 10 de abril de 2013

Ya no te escondas Fermín...

Fermín…Ya sal de ahí… Te dije que no te escondieras detrás de la heladera… Si te has confundido con dulce de uvas ya sabes, no es mi culpa, ahora eres miel y quiero verte los ojos. Vamos Fermín... me prometiste que cantaríamos una canción ridícula, que escribirías una obra de teatro para mis muñecas, ¿dónde ha quedado todo aquello? Es que las mentiras ensucian tu boca y la vuelven filosa Fermín. ¿Sabés qué? Mejor te dibujo en la vajilla para escupirte en los ojos y dejarte sin luz. Oh no, no, perdón, quiero decir… mejor es besarte por la mañana en secreto y que tus labios mojen mi mejilla. Es que Fermín… deseo tus montañas… dámelas por favor. Pero de nuevo te escondes en ellas y desde una galaxia monstruosa me derrites la punta de los dedos. Ahora por tu culpa ya no podré acariciarte en la noche… mejor dicho, en mis sueños. Aunque puedes arrepentirte y regalarme un frambuesa bañada en oro o en tu sangre. Eso me haría feliz Fermín, me haría despertar… ¿No te gustaría? Bueno, veo que no. Y ya no te hagas el vikingo valiente que puedo ver tus piecillos muertos de vergüenza asomarse por el furgón de alimentos. Otra vez lo repites como todas las noches. ¿Cuándo voy a probar tus caricias? Estoy por ahogar tus flores en el silencio de mi mesa de luz, con gasas y velos transparentes que destiñan sus colores.
Pero no puedo dormir…
Ven por favor Fermín…
Te lo suplico.

2 comentarios:

  1. Te quiero fuercita!!!!

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  2. Me encanto!! creo que ya configuré par que me llege el aviso cuando publicas!!!
    Tu fiel seguidora!!
    Besos Vero!

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