viernes, 5 de noviembre de 2010

Desencuentro

Me caí en un charco.
Pero no hizo ruido.
Lo noté enojado.
Dijo: las paredes han crecido

Mi coxis coquetea mientras lo miro
Procuramos dialogar sin hacer ruido
Sino mi bombacha se hubiera hinchado
Y por no dormir el charco se habría enfadado.

Una voz canta en mi cabeza con flores de jengibre
Yo le devuelvo un cuento con melodías simples.
Dulce de pudor me patino con su piel
Y caigo sin saber a dónde ni por qué.

Pero el charco se confunde entre el coxis y la hiel
Es la hiedra quien lo envuelve entre aromas de mujer.
Al mirarlo me miró con ojos de caracol
Su reflejo no es espejo sino un blando tornasol

Es que llueve de manera abundante
Él se evapora y no es más claro su semblante.
Agrietada está su alma de charco enfadado
Lo quise acariciar pero mis manos se tajaron

Ahora hace ruido y el agua se ha enfriado.

Sangra mi herida, se arrugan mis pies
Ya no existo en su reflejo
Más tarde volveré.

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